Reflexión de un simple mortal llamado manuel:
Yo también soy discapacitado, pero de afecto, porque sólo quiero a los que acepto cuando debo querer a todos.
De razocinio, porque sólo entiendo lo que me conviene, aunque la razón no me pertenezca.
De comunicación, porque creo que sólo lo mío es importante cuando hay tanto que escuchar.
De ver, porque sólo le presto atención a lo bello, aún sabiendo que todo tiene su lado hermoso.
De creer, porque lo quiero al instante sin siquiera tener una esperanza.
Y lo peor, soy discapacitado de crecer, porque me aferro sólo a lo que tengo, aún sabiendo que desprendiéndome de todo es la ruta a la grandeza.
En el mundo que me desenvuelvo me brinda la posibilidad de tratar este tema muy de cerca, pero ¿Qué tema?, muy simple, el tema de la discapacidad física, o como yo prefiero llamarlo, el tema de las “Habilidades distintas”. La verdad es que la palabra “discapacidad” no me concuerda y no acostumbro a emplearla, yo y muchos preferimos hablar de las “habilidades distintas” en las personas, ya que a pesar de la gran limitante que provoca a las personas que padecen con algún grado de ella, perfectamente se han perfilado con grandes éxitos en muchos casos y han logrado desenvolverse en un mundo tan particular y competitivo pensado en su gran mayoría para “nosotros”, las personas que nos decimos o nos nombramos normales.
Amplía tu léxico y te invito a que uses este término: “Habilidades distintas”
Y para terminar, quisiera compartir un poco con ustedes este poemita, que desconozco el nombre y con el que alguna vez soñé…mmmm, bueno, en realidad siempre sueño, hasta ahora.
Verás que a pesar que compartimos el mismo cielo, la misma tierra, el mismo sol y la misma luna. Sin embargo, parece que viviéramos en dos mundos separados.
Ahora en el tuyo reina el silencio junto a tus emociones, pensamientos, y el latido de tu corazón. En el mío, las voces y los sonidos nos invaden sin parar.
Luego, cuando una melodía suave o el canto de los pájaros serenan mi alma, puedo prestar más atención a mis emociones, mis pensamientos, y escuchar el latido de mi corazón. Pero sólo a veces.
Importante es cuando tus manos me hablan ya que todo tu universo aparece dibujado frente a mí como una pintura maravillosa.
Tienes tanto para contarme, tus manos son tan ágiles como gaviotas en vuelo, las mías, un poco torpes, apenas dicen algunas frases.
A pesar y más allá de nuestras manos, están tus ojos, tus ojos profundos, sinceros, que reflejan la intensidad de tus sentimientos. Tus ojos tristes, perdidos, que cuando todos a tu alrededor se olvidan de ti. Tus ojos brillantes, felices, cuando nuestras almas se tocan más allá de las palabras. Tengo y quiero aprender de ti, de tu abrazo sincero y de tu mano amiga. Y quizás algún día mientras estemos juntos contemplando las estrellas, descubramos que nuestros pensamientos pueden comunicarse, y que nuestros corazones conversan sin señas y sin palabras, Y ese día los dos mundos por fin, se habrán encontrado.
“sumemo y no restemo” >>----> manolo
